Ni admirar ni despreciar al propio cuerpo

cuerpo

Por Regina Oviedo

Twitter: @oh_regina

 

Sobre el cuidado del propio cuerpo y su aspecto se dicen muchas cosas hoy en día y, como siempre, los extremos son las líneas de fuego. Algunas personas enfatizan que el problema de la superficialidad se ha filtrado en demasiados individuos que no están conscientes de que el cuerpo nunca será lo primero, ni lo más importante: afirman que aquél que tenga un cuidado especial con su cuerpo será considerado superfluo porque hay cosas más importantes que vestir bien y cuidarse haciendo dietas. Para rematar, se dice, el ejercicio es para aquellos que no tienen cosas más importantes que hacer.

En el otro extremo, hay otro tipo de opiniones: es importante cuidarte y verte bien porque tu éxito se basa principalmente en tu imagen, en cómo te ven los demás, ya que una persona que se encuentra desarreglada y descuidada físicamente no puede inspirarte confianza. Además, que hay que evitar las malas críticas para poder pertenecer a un determinado grupo social, lo que implica decisiones sobre nuestra vestimenta y comportamiento.

Quienes toman posturas radicales en este tema quizá no se dan cuenta que ambas visiones tienen una cierta razón y existe un punto medio entre las dos. No podemos negar la importancia del cuerpo por completo, pero tampoco debemos volverlo nuestro sentido de existencia. Es elemental que recordemos que el hombre es una unidad entre cuerpo y psique -entendida como parte inmaterial del hombre que puede incluir mente y, dependiendo de las creencias de cada uno, alma-. Es decir, que todo ser humano tiene una parte material de la cual depende y de la que no se puede desentender, pero también una parte de pensamiento o intelectual que merece la misma atención.

Bien lo enseñaba Sócrates hace ya tanto tiempo: hay que cuidar ambos para poder ser completamente plenos, cada parte -cuerpo y psique- con su cuidado propio.

Nos manifestamos con nuestro cuerpo, no hay que olvidarlo, es parte de lo que somos. El cuerpo debe cuidarse con gimnasia y dietética. Hay que buscar estar sanos y fuertes porque eso nos permitirá, además de lucir bien, tener un mejor desarrollo y una mejor calidad de vida.

Así mismo hay que fomentar un cultivo de nuestras capacidades intelectuales siempre y en todo momento. La psique tiene un grado de importancia esencial, al tiempo que depende de y afecta al cuerpo para poder tener un desarrollo óptimo.

Esto es notable fácilmente cuando estamos en un estado depresivo, afectados sentimentalmente, en el que nuestro cuerpo se ve dañado -nos puede dar migraña o gastritis, por ejemplo-; de la misma forma, cuando nuestro cuerpo está enfermo no podemos pensar bien y nuestra psique se ve afectada -inlcuso podemos llegar a una depresión, completando un círculo vicioso-.

Tomemos como ejemplo a un hombre de negocios. Si no es una persona inteligente que piense sobre lo que habla y que guste de lo que hace, no podrá ser pleno. Y si no tiene cuidado en su salud corporal, su calidad de vida se degenerará de tal forma que tal vez no llegue a ver los frutos de su trabajo, pues éste se verá afectado por un pobre desempeño, lo que también puede provocar que pierda oportunidades de empleo o negocios por dar una mala impresión y resultados pobres.

Hay que recordar que el hombre es un ser social por naturaleza y que, por lo tanto, el saber convivir y pertenecer a una sociedad tiene un alto grado de importancia para su óptimo desarrollo. Pero, como hemos visto, esto sólo se consigue con un cuidado integral de la persona: el hombre en tanto que hombre es un todo, de modo que no debe pertenecer a aquellas líneas de fuego que prefieren los extremos sobre el equilibrio.

Deja un comentario